No le bastó con cambiar de aspecto y la policía portuguesa le reconoció y le ha detenido. El arousano Luciano Núñez García, Nano, en búsqueda y captura por la Audiencia Nacional desde hace meses como supuesto cabecilla de una activa red de narcos que distribuía cocaína en distintos puntos de España como Santander, País Vasco, Valladolid o Madrid, además de Galicia, ha sido capturado en Portugal.

Mañana mismo tendrá lugar por parte de las autoridades lusas su entrega a España, prevista en el puesto transfronterizo sobre las 13.00 horas. El magistrado Ismael Moreno ha dictado ya un auto para que se proceda por parte de Sirene España a su traslado al Juzgado Central de Instrucción 2 de la Audiencia Nacional el día 15 a las 09.00 horas. Allí se practicará la declaración indagatoria al gallego y la comparecencia sobre su situación personal.

Nano es un viejo conocido de las fuerzas de seguridad. Comenzó como mariscador furtivo en A Illa de Arousa y en 2008 aceptó diez años y medio de prisión tras reconocer su participación como cabecilla en el transporte de casi 2.600 kilos de cocaína, valorados en 86 millones de euros, en el catamarán Non Stop, apresado en medio del Atlántico en 2005.

En 2013 fue detenido en la denominada operación Barrote de un juzgado de Ferrol como supuesto cabecilla de un grupo traficantes de hachís y apenas dos años después fue investigado por el robo de cuerdas de bateas.

La fuga de Nano el año pasado, llevó a la Fiscalía Antidroga a declararlo en rebeldía. El Ministerio público presentó el pasado mes de octubre su escrito de acusación contra los otros siete supuestos integrantes del grupo. En su ausencia, las penas más altas (11 años de prisión y multa de 190.875 euros) se solicitan para César R.R., Héctor G.L., Daniel S.G. y David R.D. Para Roberto G.L, sin antecedentes y que conducía un vehículo supuestamente a modo de lanzadera del turismo de su hermano en el que viajaba la droga, pide 6 años de prisión y 184.702 euros de multa. En el caso de Daniel S.G se solicita 2 años. Casi todos cuentan con numerosos antecedentes.

El fiscal sostiene que los ocho formaban una organización dedicada a la introducción de cocaína procedente de Sudamérica y su posterior distribución por distintas provincial de España "teniendo la organización la infraestructura necesaria para su ocultación, transporte y venta, siendo el máximo responsable de la misma el procesado rebelde Luciano Núñez García". El relato fiscal sostiene que César R.R. era la persona de confianza de Nano.