El albergue de animales de Oviedo recibió este jueves un aviso de la Policía Local a las 15.30 horas: habían encontrado, tirado en un contenedor y metido dentro de un saco, un perro brutalmente golpeado.

Los gestores del albergue se dieron así de bruces con un caso extremo de maltrato, vistas las condiciones en las que se encontraba el can: un perro pastor, sin microchip, de tamaño grande y de "unos tres o cuatro años". El animal presenta "extrema delgadez, laceraciones y el cráneo hinchado". En estos momentos, permanece hospitalizado tras ser sometido a una profunda revisión veterinaria.

Las autoridades locales solicitan colaboración ciudadana por si "alguien pudiera haber visto quién arrojó el saco cerrado al contenedor".