Quien juega con fuego, se quema. La fiesta de Navidad del colegio Maristas de Murcia fue avivada de la peor manera posible. Al menos, todo quedó en un susto. Los hechos ocurrieron durante la función escolar, antes de que una fila de niños comenzara a desfilar por el gran polideportivo del centro, que se usa para albergar este tipo de eventos.

Sonaba un villancico y, detrás de una gran belén, sobre el escenario, prendieron las mechas de dos artefactos pirotécnicos, uno a cada lado de las tablas. La cercanía a varios elementos decorativos provocó que, a los pocos segundos, la primera llama comenzara a propagarse por uno de los lados del escenario. En ese momento, dos individuos corrieron hacia el fuego con intención de apagarlo. Pero la pirotecnia de la otra esquina provocó un segundo conato de incendio.

Finalmente, un hombre apareció con un extintor y apagó todas las llamas, momento en el que el público de la función rompía en aplausos. Todavía puede ser una feliz Navidad.