En apenas cuestión de meses, muy probablemente en el primer semestre del año que está a punto de comenzar, la Audiencia de Pontevedra acogerá el juicio por una de las últimas muertes violentas registradas en la ciudad de Pontevedra. Se trata del brutal asesinato de Pilar Fernández Otero, la octogenaria de Lérez que murió el 10 de septiembre de 2016 como consecuencia de las lesiones causadas por la paliza sufrida durante el asalto a su vivienda que tuvo lugar semanas antes, el 30 de julio. Y todo por un exiguo botín que apenas llegó a los 35 euros.

En el banquillo se sentarán dos varones de 47 y 46 años, ambos con antecedentes policiales por robos. Uno de ellos es un delincuente conocido entre las fuerzas de seguridad de Pontevedra y que acarrea múltiples condenas por delitos contra el patrimonio. Se trata de Constante S.P. y de José Manuel G.C., para quienes la fiscal Marta Durántez solicita penas que suman 28 años, 11 meses y dos días por dos delitos de robo en casa habitada, otro de robo de hurto de uso de vehículo y otro de asesinato. Los hechos se remontan al día anterior al del robo de la vivienda. La fiscal relata como Constante saltó la verja de entrada a la casa de Pilar Fernández, que tenía 87 años, y accedió al interior mientras José Manuel, tras llamar al timbre, entretenía a la víctima en la puerta. En aquel primer robo, ambos lograron apoderarse de cuatro anillos y una pulsera de oro de la víctima.

Los dos acusados debieron pensar que aquella mujer sería una víctima fácil y no tardaron en regresar a la casa con el convencimiento de que podrían obtener un mayor botín. Apenas unas horas después, sobre la una de la madrugada del día siguiente, el 30 de julio, ambos robaron un Opel Corsa en la calle Alcalde García Filgueira de Pontevedra y, siempre según el relato de la Fiscalía, se dirigieron a la vivienda de Ramallás, en Lérez. Allí, saltaron la verja que protegía la entrada a la vivienda y accedieron al interior cubriendo su rostro con un trozo de tela y "prevaliéndose de que Pilar vivía sola" en la casa y de su avanzada edad.

La mujer se vio sorprendida por la presencia de ambos. Insistiendo en el ánimo de apoderarse de aquello que de valor pudiera tener en la vivienda y con el fin de que les dijese donde guardaba el dinero y otros efectos, los acusados "la golpearon reiteradamente" y sin que "la mujer tuviera oportunidad alguna de defenderse". Lograron apoderarse de apenas 35 euros y se fueron del domicilio, dejando allí "malherida y abandonada a su suerte" a la víctima.

Pilar Fernández fue trasladada al hospital Montecelo, en donde permaneció ingresada hasta que falleció el 10 de septiembre de 2016. Curiosamente, apenas un día después, la Policía Nacional lograba identificar y detener a los dos presuntos autores de la violenta muerte. Ingresaron en prisión por orden del juzgado de instrucción el 12 de septiembre. Un jurado popular será el encargado de dictar veredicto sobre estos hechos en la Audiencia.