El municipio que vio nacer y crecer a Diana Quer le dio ayer su último adiós. La iglesia de Santa María de Caná de Pozuelo de Alarcón acogió una multitudinaria y cálida despedida de familiares, amigos, allegados y conocidos de la joven que falleció a manos de José Enrique Abuín -en prisión preventiva como autor confeso del crimen- la madrugada del 22 de agosto de 2016. Sus padres visiblemente emocionados agradecieron la presencia de todos aquellos que colaboraron y les dieron ánimos y esperanza durante los cerca de 500 días de angustiosa e inexorable búsqueda.

Juan Carlos Quer, que llegó del brazo de su exmujer deseó que el triste y doloroso fallecimiento e su hija suponga "un antes y un después" para lograr una sociedad más segura. "No queremos que su asesinato se quede en una página de sucesos", relató el progenitor quien también tuvo palabras de agradecimiento para todos los vecinos gallegos que ayudaron en el proceso de búsqueda. "Tenemos un extraordinario dolor, compartimos esta ceremonia con familiares y amigos y porque eso es lo que hubiera querido mi hija. Queremos compartir este momento con las personas de bien que de modo desinteresado han contribuido a la resolución de la localización del cuerpo de mi hija. Especial reconocimiento al pueblo gallego y al resto de España por la solidaridad y cariño que nos han transmitido" , reiteraba Juan Carlos Quer.

Junto a él y a Diana López-Pinel quisieron estar dos de los alcaldes que han sufrido más de cerca el trágico desenlace: Xosé Luis Piñeiro, regidor de A Pobra (municipio en el que veraneaba la joven y donde fue secuestrada) y Adolfo Muíños, su homólogo en Rianxo, localidad en la que se halló su cuerpo tras confesar Abuín el crimen. Piñeiro, además de agradecer a los padres su invitación al último adiós a la joven, tuvo un grato recuerdo con todos los vecinos que "ayudaron, se preocuparon y sufrieron tanto en la búsqueda y hallazgo de Diana". Por su parte, Muíños también transmitió su "cariño" a la familia Quer López-Pinel. "Tenemos un gran sentimiento de indignación por este crimen y queríamos ser lo más afectivos posibles", narraba.

Sus palabras fueron respondidas y a su vez agradecidas por el progenitor de Diana, que alabó el buen hacer de los cuerpos y fuerzas de seguridad y los voluntarios de Protección Civil en las batidas realizadas por los montes barbanzanos. "Esperamos que la sociedad se conciencie del enorme valor de poder contar con un equipo de personas tan solidaria, humana, profesional, que de modo desinteresado trabajan haciendo cada caso como si fuera el suyo propio", gratificaba Juan Carlos Quer.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, también mostró su solidaridad con la familia y aseveró su compromiso y apoyo a la prisión permanente revisable "hasta su último aliento". Misma opinión sostuvieron los padres de Marta del Castillo y Mari Luz Cortés, quienes lamentaron el "paso atrás" que supondría la retirada de esta pena. "Derogarla sería un error que pagarían sus hijos y nietos, sería un paso atrás en todo lo que hemos logrado", explicaban Antonio del Castillo y Juan José Cortés a las puertas de la iglesia madrileña.