La soledad de El Chicle desde que fue detenido el pasado 29 de diciembre y se confesó autor de la muerte de la joven Diana Quer en agosto de 2016, se rompió ayer con la visita de su mujer y de su hija adolescente al centro penitenciario pontevedrés de A Lama.

Con esta visita, Rosario Rodríguez -que ha sido desimputada por el juez de Ribeira en la causa si bien los padres de la joven madrileña han solicitado que vuelva a ser investigada al no descartar que hubiera tenido algún tipo de participación- da respuesta a la llamada telefónica en la que su esposo le pedía que acudiera al penal pontevedrés.

Rosario Rodríguez y su hija llegaron a la prisión de A Lama poco después de las tres de la tarde. Ambas caminaban tranquilas y la mujer de El Chicle llevaba una gran bolsa de plástico, posiblemente con diversos útiles y ropa para su marido. De momento no ha trascendido si van a apoyarle, o bien se posicionarán al lado del resto de la familia que lo han repudiado públicamente.

Este es el primer contacto directo de José Enrique Abuín Gey con alguno de sus familiares, pues hasta hora sólo había recibido la visita de sus abogados. A la prisión coruñesa de Teixeiro acudió el penalista coruñés José Ramón Sierra, que después abandonó su defensa por falta de confianza, y en A Lama, el viernes pasado, conoció a su nueva letrada, la abogada de Ribeira María Fernanda Álvarez.

La llamada a su mujer no es la primera realizada a su familia. El Chicle ya había contactado con su madre para que fuera a verle a prisión. Para ella fue la primera llamada telefónica autorizada desde el penal de A Lama y con ella habló para que fuera a visitarlo.

La progenitora le ha retirado su apoyo, como hizo también el resto de su familia biológica y asegura que "ni fui, ni voy, ni iré a verlo". "Mi hijo es un monstruo, un asesino", dijo destrozada y entre lágrimas la mujer pocos días después de que El Chicle llevara a la Guardia Civil hasta el cadáver de Diana en el depósito de agua de Asados. La mujer no dudó en pedir perdón a la familia de la joven. Tras verla por televisión, Juan Carlos Quer cogió el teléfono para expresarle a ella su "solidaridad", su "pena" y su "perdón", pues la considera víctima de José Enrique Abuín. También sus hermanas le repudian. "Mi hermano es quien debía estar en ese pozo y no la niña", manifestó una de ellas.

El Chicle -trasladado desde la prisión coruñesa de Teixeiro a la de A Lama por motivos de seguridad- permanece tranquilo y con gran frialdad en una "celda adaptada" de cristal en la enfermería, como si el crimen de Diana Quer no tuviera relación con él, según ha trascendido. No obstante se le ha aplicado el protocolo de prevención de suicidios, por lo que un preso "sombra" le vigila las 24 horas del día. Al contar con el primer grado, dada la alarma social del delito que se le atribuye, no tiene contacto con otros internos también para su propia protección.

Abuín ha solicitado permiso a los responsables del penal porque quiere hacer deporte y salir al patio, pero de momento no se lo han concedido. Dos son las razones argumentabas por Instituciones Penitenciarias: el régimen en el que se encuentra no lo contempla y por otra parte, en cuanto tienen una oportunidad los demás presos, le increpan. Le insultan y le amenazan, como ya ocurría en la cárcel de Teixeiro.