Efectivos de la Policía Nacional y la GNR portuguesa incautaron en febrero del año pasado más de 100 kilos de hachís escondidos en los bajos de los asientos de una furgoneta. Su conductor, un vecino de Vigo de 34 años fue detenido, pero aseguró en sede judicial no ser el dueño de la droga, sino que fue "coaccionado" para realizar el transporte desde el sur de España para su supuesta comercialización en la provincia de Pontevedra. Las pesquisas tornaron entonces en identificar a los posibles socios o al propietario del estupefaciente. Ahora éste se encuentra en prisión.

Según fuentes próximas al caso, el líder de esta presunta red que movía hachís desde Andalucía hasta el sur pontevedrés, el vecino de Vigo -que responde el sobrenombre de Nandi- y que se había dado a la fuga una vez fue aprehendida la droga en el operativo, se personó voluntariamente en los juzgados de Redondela. La sala encargada de instruir la causa decretó su ingreso en prisión, presumiblemente para evitar una nueva fuga y garantizar su presencia en un juicio futuro.