Un golpe con una botella en la cabeza por quienes querían robarle el teléfono móvil. Esa fue la causa de la muerte del joven Santiago Garrido García, de 23 años, que falleció en Ibiza en Navidad, según reveló ayer su padre, el gallego Jesús Garrido, que anunció que va a recurrir en el Juzgado de Instrucción número 3 de Ibiza la puesta en libertad de uno de los detenidos por los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía Nacional por el presunto homicidio de su hijo en la madrugada del día de Navidad. El fin de semana, casi dos meses después, fueron arrestados tres colombianos de 21 años. Uno quedó en libertad en la comisaría y el juez envió a prisión provisional al supuesto autor material de crimen y cabecilla de la banda latina que se ha ce llamar Los Guasones, mientras que el otro debe comparecer cada lunes en dependencias judiciales.

"No estoy de acuerdo con la justicia, es una vergüenza, es como tirar a la basura todo el trabajo de la Policía, así que he pedido a mi abogada que recurra la decisión del juzgado", criticó Garrido, que se cruzó con el presunto asesino de su hijo de los juzgados.

El padre del joven Santiago Garrido, nacido en Ibiza pero con importantes lazos en Ponteareas donde reside su abuela y gran parte de la familia paterna, explicó ayer que su hijo se cruzó en este lugar con cuatro integrantes de Los Guasones, dos chicos colombianos y dos chicas españolas menores de edad y que le asaltaron, tal vez con intención de robarle el teléfono. Uno de ellos dio un golpe a Garrido en la cabeza con una botella. El joven consiguió llegar a su casa pero por la mañana falleció. En la autopsia los forenses encontraron signos de violencia compatibles con la causa del fallecimiento: un botellazo.

A partir de ese momento la Policía Nacional inició una investigación que pronto les condujo hasta los sospechosos, a los que sometieron a vigilancia.