"Mis padres, al igual que yo, están contentos de que se sigan haciendo cosas por parte de la policía y de que se reabriese de nuevo el caso, que se investigue". La hermana de Sonia Iglesias, Mari Carmen, no puede ocultar la satisfacción de la familia por el giro que ha tomado el caso en los últimos días, con la investigación por homicidio de Julio Araújo, así como de su hermano David, del que no ha trascendido su calidad de investigado. Pese a la cautela que manifiesta, algo en su tono de voz deja ver que estos avances son algo positivo aunque vayan parejos a la tristeza e impotencia que la familia ha arrastrado desde hace casi ocho años.

"Nos anima. Hemos notado mucha más implicación de la policía, más información en medios de comunicación. Para nosotros, habiendo pasado siete años y medio con el caso archivado, es todo muy positivo", reconocía ayer.

Mari Carmen Iglesias asegura que en 2017 acudió a la Comisaría de Pontevedra en un par de ocasiones. "Fuimos para aclarar algunas cosas que ya se habían dicho en el primer momento. Tampoco sé si eso sirvió para algo o fue relevante. No dijimos nada nuevo. Fuimos mis padres y yo", recuerda. Destaca que el secreto de sumario evita que la familia esté al tanto de las pistas que han podido llevar a la policía a reabrir el caso y a preguntar por el panteón de los Araújo en el cementerio de San Mauro.

La pontevedresa también se confiesa sorprendida por esta nueva línea de investigación. "La verdad es que nos sorprendió, pero, bueno, si se habla de eso supongo que la Policía tendrá algún tipo de indicio o pista, algo tendrán", dice.

Del mismo modo, respecto al registro del coche de una anterior pareja sentimental de David Araújo, hermano menor de Julio, en un taller de Vilalonga en el que había sido abandonado, muestra su sorpresa: "El registro del coche también nos sorprendió. Imagino que si la Policía lo hace será por algo".

La familia se encuentra a la espera, ansiosa por que se levante el secreto de sumario. "Mi abogada nos aconseja que esperemos y que una vez que se abra el secreto de sumario decidiremos qué vamos a hacer", afirma la hermana de la desaparecida en agosto de 2010.

Si la sorpresa es el sentimiento que embarga estos días a la familia de Sonia Iglesias, en el caso de Julio Araújo es el de calma. "Se lo ha tomado como siempre, con tranquilidad", asegura su abogado, Jesús Santaló al ser preguntado por la reacción de su defendido al saber que la policía tiene en el punto de mira al panteón familiar.

Respecto a la posibilidad de que tanto Julio como David Araújo sean llamados ante la jueza, Santaló manifiesta que "a corto plazo" no se va a dar. "Sobre todo después de la sorpresa de la notificación del Tribunal Superior de Xustiza. Si el juzgado dice que no está investigado judicialmente...", considera. "No deja de sorprenderme ese tema. Si es así, supongo que el juzgado esperará los resultados finales que le aporte la policía para tomar una decisión. Incluso es posible que ni siquiera los llamen", añade.

Al letrado también le "descoloca" el hallazgo de restos orgánicos en la casa registrada el pasado martes y en la que habían convivido Sonia y Julio: "En una casa siempre hay restos orgánicos. Lo sorprendente sería que no los hubiese, porque fue una casa habitada. También estuvo con okupas mucho tiempo".

Santaló asegura que no tiene constancia de nuevos registros relacionados con la desaparición de la pontevedresa que puedan apuntar en la dirección de su defendido. Por el contrario, confirma que desde que se archivó el caso, la policía, según el propio Araújo, no se había puesto en contacto con él.

En cuanto a la posibilidad de que alguna conversación telefónica hubiese propiciado la reapertura del caso, Santaló informa de que "para interceptar conversaciones telefónicas es necesaria autorización judicial en el marco de un procedimiento abierto". "Estas conversaciones no pueden justificar la apertura de unas diligencias, porque no se pudieron haber dado. La reapertura se realizó por otro motivo y se acordó la interceptación de llamadas telefónicas", considera.

El abogado confiesa que desconoce qué información o indicios maneja la policía para llevarle hasta el panteón de los Araújo. "Es un panteón muy grande. Exhumar en todos los nichos implica que le tengan que dar algo muy sólido a la jueza. Supongo que si fuese así ya se lo habrían solicitado", expresa.

Reconoce que no tiene noticia "de ningún caso en el que se hubiera escondido un cadáver en un panteón". "Sí hay muchos casos de exhumación de cuerpos por otros motivos, como muerte violenta o pruebas de paternidad", añade.

En este sentido, observa que los daños psicológicos en la familia que pueda provocar la exhumación de todos los cuerpos en el panteón de los Araújo también serán tenidos en cuenta. "Hacer este tipo de pruebas se tienen que hacer con una base sólida o un mínimo de garantías. Un fiasco en este caso sería terrible para la familia", dice.

Santaló admite que cuando Julio Araújo recurrió a sus servicios "ya estaba muy quemado por la condena social". "Igual se puso una coraza para seguir viviendo en Pontevedra. Esto no es Madrid ni Barcelona, aquí todos te conocen". El abogado de la pareja de Sonia Iglesias insiste en que a día de hoy no conoce en qué calidad está siendo investigado el hermano de su defendido. Su propio letrado, Alberto Gallego, ha declinado hablar con la prensa.