José Ramón Prado Bugallo, más conocido como Sito Miñanco, comunicó el sábado a la dirección de la cárcel de A Lama que se declaraba en huelga de hambre indefinida según confirmaron ayer fuentes de Instituciones Penitenciarias. El narco cambadés adopta la decisión por lo que él considera dificultades para su derecho de defensa y el maltrato recibido en el penal pontevedrés.

El histórico narcotraficante gallego, en prisión tras su detención en la operación Mito de la Audiencia Nacional hace tres semanas, salió del centro penitenciario madrileño el jueves y pasó por los penales de Burgos, Bilbao, Cantabria, Asturias y A Coruña, antes de llegar el sábado a Pontevedra, donde a partir de hoy se le juzga en la Audiencia por un delito de blanqueo de capitales procedentes del tráfico de estupefacientes con varios miembros de su familia y posibles testaferros.

La causa por la que Prado Bugallo inició esta huelga es el trato vejatorio que, asegura, le están dispensando. Su abogado, Gonzalo Boye, centra en dos cuestiones las quejas de Sito Miñanco. La primera el trato, pues aunque se aportaron todos los informes médicos que demuestran que el estado de salud del preso no es bueno y sufrió un ictus no hace mucho, "se le ha paseado por media España". Al largo viaje se suman , además "dos registros integrales completos en A Lama, cuando este señor no viene de la calle, sino de un viaje como preso y con cacheos en cada penal por el que pasó", incide su letrado.

Boye apunta que en cuanto al derecho de defensa, el sábado, cuando llegó Sito Miñanco a la cárcel de Pontevedra "no pudo ver a su abogada para preparara el juicio de hoy" y enfatiza que tuvo que esperar a que en A Lama leyeran los documentos de defensa que Miñanco debía entregar a su letrado con anotaciones, un hecho que considera "grave".

Fuentes extraoficiales del centro penitenciario pontevedrés confirman que el trato ha sido correcto en todo momento y señalan que el recluso permanece desde su llegada en un módulo de aislamiento, tal y como establece el protocolo.