Agentes de la Policía Nacional detuvieron en Madrid al cabecilla de una red de narcotraficantes sobre el que pesaba una orden internacional de detención dictada por Brasil. Se trata de un colombiano al que los medios de comunicación de su país identifican como Juan Pablo M.H., alias Carlos Ciro, quien llevaba una vida a todo lujo y que se servía de varias identidades, logrando con ello construir una doble vida y labrarse una reputación como experto de arte y cultura para generar contactos con empresarios y personalidades de distintos ámbitos. En su país también se relacionaba con conocidos artistas de distintos ámbitos como la música o el cine.

La investigación se inició tras la incautación en Brasil de una partida de cocaína de 150 kilos ocultos en un bloque de granito que el detenido había dirigido. Tras este hecho el investigado trasladó su centro de operaciones a Europa, alternando sus estancias en países como Grecia, Italia, Alemania y España, por lo que se emitió una Orden Internacional de Detención. El arrestado lideraba una organización internacional integrada por ciudadanos colombianos, mejicanos y brasileños que comercializaba la cocaína con destino a Italia y España oculta en bloques de mármol, a través de empresas de importación y exportación.