Prisión provisional sin fianza. La juez de Luarca envió ayer a la cárcel a Javier Ledo, el asesino confeso de Paz Fernández Borrego, la gijonesa desaparecida en localidad asturiana de Navia a mediados de febrero y cuyo cuerpo fue hallado en un pantano. La magistrada le imputa de forma preliminar la comisión de un delito de asesinato con agravante de género.

Mientras el homicida confeso declaraba, un equipo de buzos regresó al pantano de Villayón donde fue encontrado el cuerpo de la mujer el pasado martes, en busca de nuevas pruebas. La autopsia practicada confirmó que la víctima murió "de forma violenta" tras recibir varios golpes en la cabeza con un objeto romo y con signos de estrangulamiento.