Miles de personas se concentraron ayer en el barrio madrileño de Lavapiés, en homenaje a Mame Mbaye, el mantero de 35 años que murió la tarde anterior de un paro cardíaco en Madrid. Tras los graves disturbios que se sucedieron horas después de la muerte de Mbaye en la zona, la concentración transcurrió la mayor parte del tiempo en calma.

La plaza Nelson Mandela fue el escenario principal del acto que durante momentos discurrió también por las calles aledañas. Los únicos momentos de tensión se han producido cuando los manifestantes se han desplazado a la plaza de Lavapiés. También a primera hora de la mañana se produjo otro tenso encontronazo entre un grupo de senegaleses y el cónsul de Senegal en Madrid. Pasadas las 12.30 horas, el cónsul ha llegado a la plaza para interesarse sobre la situación de estos ciudadanos, vecinos de la zona, que llevaban concentrados desde las 9 horas en la zona en protesta por la muerte de este ciudadano senegalés cuyas circunstancias se están investigando. En ese momento las protestas han subido de tensión hasta el punto de obligar a la delegación diplomática a refugiarse en un comercio cercano tras ser increpados y zarandeados por sus conciudadano, según apuntan varios medios.