El empresario ourensano José González, de 72 años, asesinado de un disparo en la cabeza en Ciudad de México el pasado sábado, fue víctima de un plan criminal. Su muerte violenta, perpetrada en el exterior del restaurante "Cantina El León de Oro", uno de los locales de su propiedad, estaba planificada. La investigación no tiene dudas de la maquinación del crimen después de recabar los primeros datos y ver las cámaras de seguridad de las proximidades. El ataque que costó la vida a este carballinés en la emigración "fue dirigido y estuvo bien planeado," declaró ayer el subprocurador (vicefiscal) de la ciudad, Guillermo Terán Pulido. Los dos hombres que cometieron el asesinato iban en moto y esperaban a la víctima en el exterior del local, dando vueltas hasta encontrar el momento para acabar con su vida. La investigación aún debe aclarar por qué.

En declaraciones a la emisora Radio Fórmula, el subprocurador de Averiguaciones Previas Desconcentradas de la Procuraduría General de Justicia (Fiscalía) de Ciudad de México indicó ayer que la agresión fue ejecutada por dos individuos que habían estado merodeando el establecimiento en motocicleta, desde unas dos horas antes de los hechos. "Una agresión dirigida es la hipótesis que tenemos hasta el momento", manifestó el funcionario en la entrevista.

En los vídeos de seguridad se observan las vueltas de la motocicleta alrededor del emplazamiento del local y cómo el empresario gallego salía y entraba del establecimiento. Acostumbraba a hacerlo, al parecer, por un problema de salud que le impedía permanecer sentado durante mucho tiempo.

En una de esas salidas, José González fue tiroteado. La Fiscalía mexicana descarta la hipótesis de un robo como causa del asesinato porque los atacantes no se llevaron las pertenencias de González: dejaron la cartera, el dinero y el teléfono móvil. Los investigadores tendrán que determinar si tiene base la hipótesis de una venganza, otra de las posibilidades que se barajaron después del suceso.

Cuando recibió el disparo, el empresario estaba hablando por teléfono, tal y como recogen las cámaras de vigilancia. La Policía está investigando las llamadas telefónicas que el empresario realizó en los momentos previos al crimen.

Los hechos ocurrieron el sábado a las 21.30 hora local cuando la víctima, propietario de un grupo de empresas con restaurantes, hoteles y gasolineras, salía del "León de Oro", ubicado en la colonia Escandón de Miguel Hidalgo, uno de los departamentos de Ciudad de México. Según ha manifestado personal del restaurante, el asesinato no se ejecutó a las puertas del local, sino a una calle de distancia.