Una fortísima explosión sacudió ayer el casco histórico de Cangas cuando apenas quedaban diez minutos para las dos de la tarde. El origen de la sacudida estaba en el segundo piso de un edificio de la calle Retrama, donde por causas que aún se investigan se registró una deflagración que destrozó parte de la fachada del inmueble, que cayó sobre la vía pública.

El inquilino del piso no se encontraba en la vivienda en el momento de la explosión y tampoco pasaba nadie por la calle en ese instante, por lo que no hubo que lamentar daños personales. El origen de la explosión es todavía una incógnita, aunque las primeras hipótesis apuntan a la posibilidad de que una vela encendida sobrecalentase un envase que contenía gas para recargar mecheros. El inmueble en el que sucedieron los hechos es un edificio reformado en el año 2002 y que está dividido en tres plantas. La explosión se produjo en la intermedia, que era la única que en ese momento se encontraba vacía. En la superior reside una joven que por precaución fue llevada al centro de salud por haber respirado humo y en la inferior un hombre que acababa de llegar al piso.