Una nueva operación policial antidroga ha permitido desarticular una activa organización criminal dedicada al tráfico y distribución de cocaína entre Galicia y Asturias, al frente de la cual los investigadores sitúan al histórico narco vilanovés José Carlos Sotelo Martínez, del clan de los Piturros, que junto a su suegro Manuel Vázquez se autoinculpó de un alijo de 1.800 kilos de cocaína en el barco Dobell en 1991 para delatar al narcoabogado y secretario de la Cámara de Comercio de Vilagarcía Pablo Vioque. Curiosamente, ambos narcoarrepentidos fueron condenados a siete años, pero indultados por el Gobierno a condición de no delinquir. Algo que incumplieron tanto Piturro como su yerno, que se han visto vinculados a transportes de miles de kilos de cocaína, y Sotelo también al transporte de hachís.

La nueva operación policial se cierra con diez detenidos, ocho personas en Gijón y otras dos en Arousa, desde donde se suministraba al grupo asturiano la cocaína que precisaban. Con José Carlos Sotelo fue detenido en Vilanova de Arousa, J. M. N. A., un empresario dedicado a la venta de pescado y mariscos, sin antecedentes, que supuestamente daba cobertura al transporte de la droga y también recaudaría en sus viajes a Asturias el dinero de las ventas de cocaína.

La investigación se inició en septiembre, cuando se detectó a un grupo que introducía importantes cantidades de cocaína en Gijón, que después distribuían al por menor. Los agentes comprobaron que la droga procedía de Vilanova y que el proveedor era un conocido narcotraficante gallego, perteneciente a uno de los clanes más activos en el tráfico de drogas internacional.

Sotelo Martínez, según fuentes de la investigación, utilizaba como intermediario en sus contactos con los compradores de droga asturianos al empresario dedicado a la venta de marisco, negocio que le servía de tapadera.

El empresario, indican las mismas fuentes, viajaba de forma habitual a Gijón para vender su mercancía legal en bares y restaurantes y, además, cerrar tratos con los miembros del grupo de narcos. Además, descubrieron que los compradores asturianos viajaban con asiduidad hasta Arousa para proveerse de droga.

Una vez comprobado el nexo entre los proveedores gallegos y los distribuidores gijoneses, agentes del Greco Galicia, Udyco de A Coruña y Grupo de Estupefacientes de Gijón, organizaron un operativo para interceptar uno de los vehículos que regresaba al Principado. En el turismo los agentes intervinieron un kilo de cocaína oculto entre varios efectos, ropas y bolsas. En el marco del operativo se practicaron cinco registros en inmuebles de Gijón y dos en Vilanova de Arousa, en los que se localizaron dos armas de fuego simuladas, una máquina de contar dinero, pequeñas cantidades de hachís, 7.250 euros y material de corte para manipular y adulterar la droga.

La operación tuvo lugar el pasado mes de febrero, si bien no se ha hecho pública hasta ahora porque todavía se mantenía bajo secreto de sumario. Lo que sí ha trascendido es que los dos proveedores gallegos se encontrarían en libertad, al igual que la mayoría de los asturianos, al no haber pedido el fiscal su ingreso en prisión.