Tania Varela, la narcoabogada gallega fugada durante cinco años explicó ayer en el juicio por el asesinato de su pareja, el abogado Alfonso Díaz Moñux, que huyó porque él le había aconsejado: "Si me pasa algo, vete, que yo intentaré proteger a mis hijas". Varela declaró como testigo en el juicio con jurado en la Audiencia de Madrid contra Miguel Ángel D.A. por su presunta participación en el asesinato del abogado de narcos y capos de la mafia Alfonso Díaz Moñux con dos disparos en su cabeza en diciembre de 2008, hechos por los que el fiscal pide 24 años.

Varela no se fugó hasta 2013, cuando el Supremo rechazó su recurso y la abocó al ingreso en prisión por una condena de siete años impuesta por la Audiencia Nacional por tráfico de drogas con el que había sido su novio David Pérez Lago, hijastro de Laureano Oubiña.

Cansada de esconderse, la gallega planeaba acabar con su condición de fugitiva cuando fue capturada por los Mossos d'Esquadra hace unas semanas. Así lo indican decenas de notas manuscritas por la mujer durante su fuga y que fueron intervenidas por los agentes en su casa de Sitges. Según El Periódico, entre las ideas para regularizar su situación estaba la hacerse pasar por muerta para empezar una nueva vida, aunque tenía sus dudas: "Si se compra el certificado de defunción y se crea una nueva identidad, eso tampoco es seguro porque las huellas dactilares son las mismas", apuntó. Varela especuló así con el problema con el que se han topado otros narcos, como Francisco Javier Martínez San Millán, Franky, que estuvo 12 años huido y pasó por el quirófano para cambiarse las huellas de los dedos de las manos por las de los pies con el fin de no ser detectado. No le funcionó.

Los investigadores creen que tenía prisa por solucionar su situación para mejorar la de su hija, de cuatro años. La niña, fruto al parecer de una relación con un empresario zaragozano, nació durante la fuga. Apenas faltaba un año para que tuviera que escolarizarla.

Ayer en el juicio, manifestó que se escapó por consejo de Díaz Moñux y después de que el hermano de aquel se negara a devolverle el dinero que le pertenecía, por lo que acabó en esa "horrible situación" de fugada. Varela, testigo directo desde el asiento del copiloto del asesinato, renunció a una posible indemnización del presunto asesino, y manifestó no haber "superado ni digerido los hechos, ya que todo lo que pasó la dejó "en shock", por lo que no ratifica sus anteriores declaraciones en sede policial e instrucción, porque no estaba "bien".

A preguntas de los abogados sobre si Moñux sospechaba que David Pérez Lago pudiera estar detrás de las amenazas que sufría, Tania expresó que él hablaba de David como también señalaba a otros, porque el abogado tenía "varios frentes abiertos" al haberse dedicado siempre a temas "tan delicados". Incidió en que Moñux y David no discutieron por ella, sino por otros asuntos.