El titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Almería, Rafael Soriano, concluyó ayer la que se prevé que sea la última ronda de declaraciones de testigos de la causa seguida por la muerte del niño Gabriel Cruz, de tan solo ocho años, sin que el tribunal cuente aún con los informes forenses definitivos.

"Al parecer sí, no tenemos conocimiento de más declaraciones, obviamente vendrá la de ella -Ana Julia Quezada, la autora confesa del crimen- porque lo dice la ley, en cuanto se levante el secreto y cambie el procedimiento, que debe de ser muy pronto, explicó ayer el abogado de los padres de la víctima, Francisco Torres.

El letrado considera que la instrucción está prácticamente cerrada "a falta de algún informe, el de autopsia completarlo y poco más".

Prefirió no pronunciarse sobre el contenido de la declaración de los cuatro testigos que declararon ayer entre los que se encontraban un hermano y una prima de Ángel Cruz -padre de Gabriel-, y la hija de Ana Julia Quezada, que se trasladó desde Burgos a Almería para testificar al haberle negado el juez la posibilidad de hacerlo por videoconferencia.

Sí se pronunció sobre la personación como acusaciones populares de la asociación Clara Campoamor y la Asociación Andaluza de Estudios Penales, habiéndose retirado esta última tras el recurso presentado por el abogado y la petición de la madre de Gabriel, Patricia Ramírez, para que lo hiciesen. "Es un completo despropósito, ningún sentido tenía que vinieran. Ahora se ha ido una, la otra aún no se ha ido. Deberían de irse, fundamentalmente porque los padres lo han pedido expresamente", sostuvo.

Apuntó además que no ha solicitado ninguna prueba más porque considera que con las practicadas es más que suficiente y asegura que hace un mes ya se podría haber estado en "el camino del jurado" para "ganar tiempo" y conseguir que tanto Patricia como Ángel puedan salir de "esta situación". Según trascendió tras la detención de Ana Julia en la Puebla de Vícar el pasado 11 de marzo cuando transportaba el cuerpo sin vida del pequeño en el maletero de su coche, la hija, de 24 años, sufrió una crisis de ansiedad por la que precisó atención hospitalaria en su ciudad natal.

"Deberíamos estar ya un poco más avanzados, apuntando a juicio. No hay nadie más interesado que nosotros en concreto, fundamentalmente porque es una parte de dolor que aún se sigue produciendo a diario y en cuanto acabe el juicio, algo más se podrá respirar", añadió el letrado.

El juez celebró una primera tanda de testificales los días 10 y 19 de abril en la que participaron el exnovio de Quezada, con quien regentó un establecimiento hostelero ubicado en Las Negras después de que ambos decidiesen trasladarse desde la ciudad de Burgos en la que residían y al que intentó implicar colocando una camiseta del niño en las inmediaciones de la depuradora de Las Negras, un amigo de la pareja, una menor que es prima Gabriel Cruz y su madre.