Desde primera hora de la mañana, fueron decenas los amigos de la familia fallecida los que se acercaron hasta el Centro Cultura de Guillarei, punto habilitado para acoger a los afectados y heridos de la explosión. La comunidad musulmana en la parroquia es muy amplia y, prácticamente en su totalidad, no dudaron en trasladar su pésame y dolor hasta el punto de encuentro.

Además de la difícil situación a la que hacer frente, esta comunidad está celebrando el mes del Ramadán, en el que el ayuno es protagonista. Para facilitarles sus rezos, se habilitó un pabellón municipal próximo a la zona para que los cerca de un centenar de musulmanes, entre ellos varios niños, pudieran continuar con sus rezos a pesar de las circunstancias.

Los familiares y amigos de Abdlalk y Sora no salían del asombro ante la situación. "Si vas a la zona de la explosión, parece que se trate de la guerra de Siria", reconocían. "A lo único que no podemos escapar es a la muerte. Estaba en su destino", afirmaba otro compañero.

Tras saludar y recibir las condolencias del presidente de la Xunta Alberto Núñez Feijóo, el vicepresidente Alfonso Rueda, el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, la subdelegada Ana Ortiz y el secretario general del PSdeG Gonzalo Caballero, quien acudió a primera hora de la tarde hasta el lugar, los familiares del matrimonio fallecido se trasladaron al hospital de Beade para poder abrazar y asistir a los dos niños ingresados.