La desolación y la angustia de los afectados por la violenta explosión del almacén pirotécnico clandestino aumenta por días. Lo han perdido todo y por eso exigen ayudas inmediatas y ven insuficientes los apoyos. El nerviosismo crece aún más porque muchos no han podido acceder todavía a sus casas y temen que se produzcan robos. La tensión se vivió ayer en la reunión en la que se les explicaron las ayudas, donde hubo hasta desmayos. "Ofrecen a la gente más afectada una ayuda y le obligan a devolverla y tributarla", criticó ayer Javier González, uno de los afectados.