El temor de los vecinos, que han tenido que abandonar sus casas por los estragos causados por el polvorín ilegal, a ser víctimas de robos en lo que queda de su hogares donde todavía podrían recuperarse algunos enseres, carece de fundamento, según las fuerzas de seguridad. La Guardia Civil no ha recibido ninguna denuncia, pero además custodia la zona cero que sigue con los accesos restringidos.

"Cualquier vehículo que entra es identificado, al igual que sus ocupantes, también los que circulan de noche", aseveran fuentes solventes que quieren así tranquilizar a los afectados. Algunos vecinos habían visto algún vehículo por la zona de madrugada y temían el pillaje en sus viviendas.

No todos los afectados han podido acceder a sus casas todavía.