Radio Marca acaba de celebrar su décimo quinto cumpleaños con un balance "muy positivo" por la tendencia alcista de oyentes que ha marcado estos años, según explica su director, Paco García Caridad, firme defensor de que "la información deportiva es espectáculo" aunque sin perder su esencia informativa. García Caridad, colaborador habitual en diferentes tertulias, se muestra convencido de que en los programas radiofónicos tipo carrusel, además de publicidad "muy bien hilvanada", humor, música y narración, tiene que haber "debates apasionados y potentes" para llegar al oyente. No le parece justo que se tilde de "periodista de bufanda" a quien defiende "a ultranza" la "tendencia" que ahora exhibe y antes no demostraba, y asegura que ese profesional, pese a mostrar sus colores, "no pierde la objetividad y el criterio periodístico".

-¿Qué balance hace de estos quince años?

-Un balance muy positivo porque siempre hemos marcado una tendencia alcista de oyentes, que llegan a un tope en 2010 en la previa del Mundial de Sudáfrica, pero donde mostramos un suelo que no baja del medio millón. Con 46 frecuencias, estamos en una proporción de oyentes muy notable respecto del sector.

-¿Qué ha aportado Radio Marca al panorama radiofónico?

-Ha aportado todo por lo que significa de novedad porque no había ninguna radio temática deportiva. También ha aportado una competencia a horas inusuales para el deporte, que estaba fijado a mediodía, en las competiciones -sábados y domingos y martes y miércoles con la Champions- y a medianoche, y ahora puedes escuchar programación deportiva a las 7 de la mañana, a las 10 o a las 4 de la tarde. Y eso, sin duda, es una novedad.

-En la última oleada del EGM alcanzaron casi el medio millón de oyentes, ¿qué expectativas tienen en un año con Eurocopa y Juegos Olímpicos?

-Tenemos una expectativas muy extrañas. Las Eurocopas, Mundiales o Juegos Olímpicos se disputan más o menos entre junio y agosto, y la encuesta del EGM se hace de abril a junio, es decir, coincide, como mucho, cuatro días con la competición, por lo tanto, perjudica notablemente a una radio deportiva y a las cadenas que ofrecen deporte durante los partidos. Lo suyo sería recogerla en la tercera oleada, pero esa ya va de septiembre a diciembre, y eso es lo que nosotros demandamos del EGM, que no paren las encuestas, que sean continuadas. Esperamos que haya mucha demanda de oyentes en la previa y en el final de la Liga y las competiciones europeas pero durante la prueba ya no tenemos medición.

-¿Qué radiografía hace del periodismo deportivo en España?

-Se hace un periodismo muy parecido al que se hacía. Yo creo que hay que cambiar un poco el paso, sobre todo en los programas nocturnos. Se hacen buenos programas pero iguales que los de antes, y además gozan de buena de salud, pese a que la audiencia ha caído. Se debe a que hay mucha más oferta televisiva y le arrebatan oyentes. Creo que la radio es un poco más vieja y debe dar un paso más. Debería haber un bloque informativo y luego una tertulia debate potente, no sobreactuada, pero fuerte.

-Pero las tertulias deportivas muchas veces rozan el puro espectáculo...

-Para mí la información deportiva es espectáculo. ¿Por qué? Porque los programas tipo carrusel, de narración de eventos y partidos, son programas espectáculo donde está muy bien hilvanada y conjuntada la publicidad, donde hay humor, donde hay música, donde narran partidos pero al mismo tiempo hacen comentarios y debaten... Es decir, son programas espectáculo sin perder la esencia de la información y más ahora, cuando se escalonan los horarios de los partidos y estás haciendo programas desde las 3 de la tarde hasta la una de la madrugada. Sin que sean debates en los que se hable a la vez, tienen que ser debates apasionados, defendiendo posturas y argumentos. No es lo mismo que la televisión porque no hay imagen, pero la radio tiene que tener información y mucha opinión y análisis, sobre todo por la noche, que la gente ya conoce la información a esas horas y lo que quiere es análisis.

-Cada vez hay más periodismo de bufanda. ¿Dónde está el límite entre periodista e hincha?

-Más que periodismo de bufanda, lo que ha hecho el periodista ha sido salir del armario. La tendencia que tenía y antes no se demostraba, ahora se demuestra. Me parece que el periodismo de bufanda es un tic despectivo que no me parece justo porque no creo que el periodista de bufanda defienda a ultranza porque sí al club por el que muestra la tendencia, también lo critica. Lo que pasa es que se sitúa en una trinchera frente a la tendencia del otro. Pero no pierde la objetividad y el criterio periodístico.

-¿No cree que esos periodistas pierden la perspectiva y tratan con servidumbre y pleitesía a los jugadores y equipos?

-Supongo que es una cuestión que depende de cada uno. A mí no me gusta rendir pleitesía a ningún club ni a ningún futbolista, pero hay jugadores a los que se les trata con evidente idolatría (...). Es verdad que muchas veces los clubes, con su control informativo, intentan que todo sea muy favorables a los clubes. Contra eso están las empresas independientes.

-¿El periodismo deportivo recibe presiones como el político?

-Creo que recibe las mismas presiones aunque más fuertes. El político acepta mucho mejor las críticas que el deporte. En política no creo que haya vetos por parte de las instituciones; en cambio, en el deporte, no es que haya vetos como tal, pero se producen de manera encubierta, con menos noticias y menos protagonistas.

-¿Con qué hito deportivo de estos años se queda?

-Hemos transmitido todos los Mundiales de fútbol, de baloncesto, de balonmano, todos los éxitos del deporte español... Pero me quedo con la transmisión del ascenso al Everest en dos ocasiones, con Juan Oyarzábal y Jacinto Vidal. Emitir ese hecho nos diferenció.