Las series de televisión están poniendo fin al modelo de padres tradicionales, según el libro Padres y Madres en serie, que ha analizado qué tipo de familias representan las series con más audiencia, como Juego de Tronos, Homeland, Breaking Bad, Dexter, Mad Men, The Wire o Perdidos.

El libro, coordinado por la doctora en Comunicación Mariona Visa y publicado por la editorial de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), analiza qué tipo de personajes las protagonizan, con especial atención en los modelos de padres y madres y los valores de género que muestra cada ficción. Visa destaca que las pantallas se han multiplicado y la tendencia es que también en el ámbito familiar cada uno mire lo que le apetece en televisión, ordenador, tableta o móvil. Según Visa, la televisión está viviendo una "tercera edad de oro", que ha comportado cambios narrativos y también en la industria.

El trabajo asegura que la serie Los Soprano, que se emitió en 1999 por el canal por cable HBO, marcó un antes y un después. Desde entonces han proliferado las series de gran despliegue técnico, guiones de calidad e historias que describen la intimidad y la rutina cotidiana de los personajes. Según Visa, "la buena noticia del estudio es que se representan nuevos modelos, no solo la familia tradicional, pues, aunque hay diversidad de personajes, los roles de cada miembro de la familia continúan anclados en el pasado, con un padre muy ausente, vinculado al mundo profesional y en el mal camino, con padres que son éticamente cuestionables, y mujeres en papeles secundarios". La experta indica, sin embargo, que en la segunda década de este siglo "están apareciendo series en los que hay papeles de mujeres muy interesantes". "Ya no son historias para todos los públicos, sino que se dirigen a espectadores específicos. Se trata de un consumo mucho más individualizado. Las series ya no buscan agradar a una mayoría, sino entusiasmar a una minoría", defiende esta experta.¡

En general, según el estudio, los personajes ya no son buenos o malos, sino que están llenos de matices. Muchas veces tienen comportamientos moralmente cuestionables, pero igualmente empatizan con el espectador, como Dexter, un asesino en serie que cae bien.

El estudio concluye que, aunque las series han introducido los nuevos modelos de familia, aún mantienen una visión machista. Más allá de la familia nuclear, ahora se ven en los dramas muchos tipos de familia que antes solo aparecían en las comedias de situación (sitcom): monoparentales, homosexuales, interraciales, con grandes diferencias de edad, disfuncionales... También aparecen familias sustitutivas, que hacen la función de apoyo, como en Perdidos o en True Detectives. Pero eso sí, el estudio detecta que los padres siguen estando ausentes y mostrándose más en sus trabajos, mientras que las madres continúan más vinculadas al hogar y al cuidado de los hijos. Destaca también una pérdida de autoridad de la figura paterna.