Música en directo y humor son algunos de los ingredientes con los que contará No es un sábado cualquiera, el programa de entretenimiento que prepara Radio Televisión Española (RTVE) para La 1 con Fernando Gil como presentador, en el que cada semana participará un invitado especial para sorprender a "toda la familia".

La corporación pública anunció ayer que No es un sábado cualquiera contará con un plató "imponente y dinámico", con banda musical en directo y con una "gran labor de guión que buscará que cada programa suene a nuevo desde su cabecera hasta los créditos".

A Gil, su presentador, que está "muy ilusionado" de formar parte del formato, se le unirá cada semana un invitado principal al que se considerará "copresentador", que se involucrará durante todo el programa.

Entre ellos, participarán Dani Rovira, Estopa o Ainhoa Arteta, que compartirán números musicales e interpretativos y todo lo que ocurra en el plató.

Además de ese invitado estrella, visitarán el programa M-Clan, Rosana, Pasión Vega, Marta Sánchez, Antonio Carmona y Blas Cantó, entre muchos otros, que convertirán el espectáculo en una cita divertida y apta para todos los públicos, en la que no faltarán actuaciones musicales y visuales en directo.

En declaraciones de Gil que aporta la cadena pública en un comunicado, "la diversión y el entretenimiento van a estar asegurados y, además, el público va a ser partícipe durante gran parte del programa".

Por otra parte, TVE anunció ayer que esta tarde, a partir de las 19.00 horas, Cine de barrio emitirá la primera cinta protagonizada por el torero Sebastián Palomo Linares, fallecido el pasado lunes a los 69 años. La cadena pública programará Nuevo en esta plaza (1966), como homenaje al diestro que se convirtió en todo un fenómeno social en la década de los 70.

Dirigida por Pedro Lazaga, la película es una biografía del diestro, un referente de la tauromaquia mundial, procedente de una familia humilde con grandes valores humanos. Al igual que muchos otros de su edad, el joven tenía un sueño: ser torero. Por eso, aunque trabajaba de aprendiz de zapatero, toreaba por las noches a escondidas en las dehesas hasta que, después de una carrera repleta de obstáculos, alcanzó el éxito y se convirtió en un maestro.