La nueva reordenación de la Televisión Digital Terrestre (TDT), como consecuencia del conocido como Segundo Dividendo Digital, conllevará también una nueva sintonización y adaptación de las instalaciones de recepción de los hogares, como ya sucedió con la liberación del Dividendo Digital, el proceso de reordenación de frecuencias necesario para que la banda 800 megahercios (MHz) quedara disponible en toda Europa.

Tras la liberación, que concluyó en España el 31 de marzo del año 2015, la banda de 800 MHz dejó de utilizarse para la transmisión de la TDT, asignándose a los operadores de telefonía móvil para prestar nuevos servicios de banda ancha de cuarta generación (4G). Sin embargo, una vez más, las televisiones deberán mudar de frecuencia y ceder su espacio para impulsar el desarrollo del 5G y mejorar la conectividad móvil.

El pasado 15 de marzo, el Pleno del Parlamento Europeo dio su visto bueno al acuerdo provisional alcanzado en diciembre de 2016 por las instituciones de la Unión Europea para reasignar la banda de frecuencia de los 700 MHz -ocupada actualmente en gran medida por la televisión digital-, a servicios de banda ancha inalámbrica antes de 2020.

La asociación Televisión Abierta considera "imprescindible que el proceso de migración, que exigirá una nueva reubicación de emisiones y la sintonización y adaptación de las instalaciones de recepción de los hogares, no tenga coste económico para los ciudadanos".