José Rabadán, asesino confeso de la muerte de sus padres y su hermana pequeña a golpes de catana y machetazos, confiesa en un documental producido por Discovery Max que, diecisiete años después del crimen, aún no sabe por qué los mató. "Yo no tenía la intención, fue mi cuerpo. La espada bajó sola", asegura Rabadán en una entrevista a cámara en la que, por primera vez, descubre su imagen, una decisión que ha tomado, según los promotores del proyecto, porque quiere ayudar a demostrar públicamente que la rehabilitación es posible.

Producido por Juan Ramón Gonzalo para Discovery Max, el documental Yo fui un asesino: el crimen de la catana, es la primera producción española del género true crime. La película, que se emitirá dividida en dos episodios de una hora de duración los días 29 y 30 de noviembre en horario de máxima audiencia, aporta durísimas imágenes inéditas, rescatadas del archivo de la policía, además del relato de varias decenas de testigos, vecinos y familiares, además de expertos, psiquiatras, periodistas y abogados que llevaron el caso.

Conocido como el asesino de la catana, Rabadán confesó el asesinato de sus padres y de su hermana pequeña con síndrome de Down en abril del año 2000, un crimen por el que fue condenado a ocho años de reclusión en un centro de menores -los dos últimos, de libertad vigilada- en aplicación de la entonces recién aprobada Ley del Menor. Ahora vive con su pareja y su hija y trabaja como broker en bolsa.