Árboles de Navidad, botas de Papa Noel, bolas de colores, guirnaldas, velas y luces hacen acto de presencia en casi todas las casas y espacios públicos. El objetivo es alegrar, embellecer y dar a entender que estos días se permiten detalles y objetos completamente impensables el resto del año.

El rojo y el verde, tonalidades que siempre van unidas a la decoración navideña, cobran este año más realce que nunca. Si no se emplean en exceso alegran las estancias y crean un ambiente ideal para la celebración. Aunque en estas fechas sea un tanto complicado, la primera norma es no recargar demasiado la casa con motivos navideños.

Lo mejor es optar por un reparto ordenado de detalles desde la entrada hasta la mesa. Y verde y rojo son también los colores que Vista Alegre ha escogido para su vajilla navideña que también retoma temas clásicos de estas fechas. Los portugueses se inclinan por la naturaleza.

Acebo y muérdago mandan en platos ribeteados, caballitos de madera, trenes, trineos cargados de regalos y soldados de plomo. Todo ello con un toque naif, un ambiente de cuento que inundará de espíritu navideño hasta al invitado más frío. También Carrefour Home hace un guiño al rojo. Una de sus vajillas juega con las rallas de ese color con fondo blanco en una superposición de piezas que no puede resultar más acertada.

El dorado es otra de las posibilidades, siempre presentes en Navidad. Puede elegirse para velas o coronas que se cuelgan de las puertas o reposan sobre mesas y consolas.

Es importante saber cuándo decorar la casa y cuándo retirar los complementos navideños. Se recomienda no abusar de la temporada de adornos, ya que frecuentemente se comete el error de decorar demasiado pronto y retirarlo mucho después de finalizada la época navideña. Es mejor utilizar pocos adornos, pero de gran tamaño, que muchas pequeñas figurillas repartidas por toda la casa. Una idea que siempre queda bien es colocar unas velas grandes distribuidas estratégicamente por la estancia.

Pueden emplearse luces indirectas en general y reservar la iluminación directa para el árbol y el nacimiento. También quedan bien las bombillas en algún color suave, si la decoración se ha elegido en tonos blancos o pasteles.

Para la mesa los colores que triunfan esta Navidad son el berenjena con el pistacho, el magenta con beige, el chocolate con el blanco y el pistacho con el blanco. Los manteles en tonos crudos siempre son un acierto y las cuberterías clásicas también.