La crisis ha hecho que muchos negocios hayan tenido que cesar su actividad debido a la dificultad para dar salida a su producto. Esta situación tiene su parte negativa y su parte positiva. La negativa es la pérdida de negocios que se ha llevado esta crisis que merma la variedad comercial de cada ciudad y el cierre de establecimientos típicos y especializados que llevan vistiendo esas ciudades durante décadas. Pero la parte positiva es que gracias a esta situación se ha abierto el abanico de productos que se pueden adquirir a precios muy asumibles.

Es decir, aquellos artículos que hace años estaban reservados para aquellas economías más pudientes, hoy en día, debido a la necesidad de vender, pueden encontrarse con descuentos de hasta el 80% sobre precio de coste. Unas auténticas gangas que muchas personas están aprovechando.

Los productos más deseados por un gran número de personas son los hechos a mano. Por ejemplo, las alfombras. Estos artículos siempre han decorado las casas contando con un protagonismo casi de "Oscar" en cualquier hogar.

Las más demandadas eran las alfombras persas, indias, pakistaníes o afganas. Eso sí, los precios que se pueden encontrar estos días por este tipo de alfombras son mucho más competitivos que los de hace años. Incluso a precio de coste, o con grandes descuentos que se convierten en irresistibles.

Este tipo de alfombras son de importación y hechas a mano. La lana merina de Nueva Zelanda es el material utilizado para crear estas auténticas obras de arte. Los tejidos se tintan con tintes vegetales y su mantenimiento es casi inexistente. Estas alfombras pueden ser para toda la vida y no es necesario llevarlas a la tintorería.

La particularidad de estas alfombras es que son traídas desde Oriente de mano de profesionales del sector que llevan muchos años comprando personalmente, en esos países, todos los productos que posteriormente se comercializan en España.