La princesa Catalina no consigue pasar desapercibida. Cuando por fin llegaban al último destino de su gira por Asia otro pequeño percance le ha vuelto a poner en boca de todos. Al bajar del avión en el aeropuerto de Australia, el viento ha conseguido colarse por su vestido. A pesar de su rápido intento por controlarlo, ha sido inevitable que viéramos otra parte más de su cuerpo.

Un inoportuno cierre de una gira que ha estado marcada por la polémica de las fotografías de la princesa en topless publicadas en una revista francesa. Las fotos han dado la vuelta al mundo y aunque un tribunal francés ha prohibido su difusión, el escándalo ha sido irremediable. Tres horas después, y con cambio de ropa, los duques de Cambridge han regresado a Reino Unido.