No corren buenos tiempos para la extenista y es que la batalla judicial que emprendió contra sus padres le está saliendo cara. Tras desprenderse de su residencia de Barcelona ahora le toca a Formentera para poder hacer frente a todos los gastos y deudas.

Una mansión de 300 metros cuadrados y un terreno de 5.000 con vistas directas al mar es la propiedad que la mejor tenista española posee en la isla de Formentera. Un paraíso situado en Porto Saler que sale a la venta por el módico precio cinco millones de euros.

No es la primera vivienda que ella y su marido, José Santacana, ponen a la venta. Su casa de Barcelona, de unos 750 metros cuadrados ubicada en Ciudad Diagonal, está a la venta desde principios de año por cuatro millones de euros.

Poco a poco se va deshaciendo de todo lo que cosechó en sus mejores años. Ahora vive con su marido y sus hijos en Miami, donde espera encontrar la paz antes de tener que enfrentarse de nuevo a sus padres en el juzgado el próximo 6 de mayo.