Hacienda somos todos, decía el eslogan, pero no todos pagamos a Hacienda. Son muchos los procesos abiertos por fraude fiscal, y de tantos, algunos afectan a los famosos, la mayoría de ellos cantantes de éxito. Por eso son los casos más conocidos, cuando el fisco les pilla... dando el cante.

La soprano Montserrat Caballé es la última artista que ha tenido problemas con Hacienda. Este viernes prestó declaración desde la cama de su domicilio acusada de defraudar medio millón de euros. Antes fueron otras estrellas de la música como Lola Flores, Julio Iglesias, Alejandro Sanz, José Carreras, Plácido Domingo y recientemente también Ana Torroja. Y un largo etcétera.

Pero no son, nuestros cantantes, los únicos famosos que han dado el cante más allá de tablados y escenarios. También numerosos futbolistas intentaron meterle un gol a Hacienda; fue, sin duda, su peor jugada. Schuster, Samuel Eto'o, Luis Figo y Messi son claros ejemplos de lo que no hay que hacer fuera del campo.

El caso judicial por fraude fiscal más conocido de la crónica judicial española fue sin duda el de Lola Flores, quien en 1989 se sentó en el banquillo por no haber presentado la declaración de la renta desde 1982 a 1985; el supuesto fraude fue de 45 millones de las pesetas de entonces y se le reclamó una multa de otros 87 millones.

Durante el proceso tuvo que vender su casa para hacer frente a una fianza de 145 millones para cubrir posibles responsabilidades pecuniarias. Aunque todo le iba mal, ella confesó sentirse "más fuerte que el Chernobyl ese".

Por una laguna legal, y aunque los jueces admitieron que cometió el fraude, la Audiencia de Madrid la absolvió, pero dos años más tarde el Tribunal Supremo revocó la sentencia y la condenó a 16 meses de prisión, que no cumplió, y a un multa de 29 millones de pesetas.

El juicio, uno de los más mediáticos que ha celebrado la justicia española, no defraudó las expectativas puestas en La Faraona, que alegó que no pagó a Hacienda porque "tenía cosas más importantes que pagar". Y, con el mismo arte, proclamó: "Si todos los españoles pusieran una peseta para ayudarme, se acabarían todos mis problemas".

Aunque su delito era distinto, España no volvió a vivir un juicio similar hasta que la famosa tonadillera Isabel Pantoja fue juzgada en 2012 por la Audiencia de Málaga, junto a su expareja y exalcalde de Marbella, Julián Muñoz, acusada de blanquear dinero procedente de la fortuna que amasó el regidor en la trama de corrupción marbellí.

Su condena a dos años de prisión no ha supuesto su ingreso en la cárcel por carecer de antecedentes, pero el fiscal acaba de pedir al Supremo que aumente su pena a tres años, lo cual, de aceptarse, puede suponer su encarcelamiento. El mismo destino que su expareja, que sigue entre rejas.

La mayoría de los cantantes que han tenido problemas con Hacienda han seguido la misma partitura: simular la residencia en países como Andorra o paraísos fiscales para no pagar impuestos en España ni en ninguna parte.

Es mucho dinero lo que defraudan y cuando les pillan, y tienen que pagar cantidades millonarias, seguro que les ha compensado su cante con Hacienda por los años que llevan con la misma letra. Y es que estos delitos prescriben a los cuatro años y el fisco no puede ir más allá.

El fútbol, otra actividad profesional en el que se mueve mucho dinero, tiene también su capítulo propio en el libro de pleitos con Hacienda. El primer campeón en saltar al césped de este terreno fue Bernard Shuster en los años 80 y el último más famoso ha sido Messi.

El astro argentino tuvo que declarar el año pasado en un juzgado de Gavá (Barcelona), junto a su padre, acusado de defraudar al fisco más de 4 millones de euros por no tributar los ingresos obtenidos de la cesión a terceros de los derechos de imagen del jugador. Messi ha pagado los 5 millones de euros que adeudaba a Hacienda.

Además de cantantes y futbolistas, son muchos los famosos que han tenido problemas con el fisco, en el pasado y en el presente. La lista es larga: Iñaki Urdangarin, Belén Esteban, Pedro Ruiz, Arancha Sánchez Vicario... Y es que con Hacienda no se juega.