Irulea, una tienda de San Sebastián, ha vendido más de una vez sus prendas hechas a mano a gente famosa, pero nunca había sido objeto de tanta atención como ahora, después de que la recién nacida princesa Carlota luciera uno de sus gorritos en su primera aparición pública. Según Ayago y Susana Villar, las propietarias, una mujer de Palencia contactó con ellas y compró varias prendas de bebé, probablemente la madre o algún familiar de María Teresa Turrión Borrallo, la niñera del príncipe Jorge.