Este diseñador de moda, "alocado y divertido" según lo definen algunos de sus seguidores, mostró recientemente su nueva colección, El diario de una niña lobo, en la pasarela 080 Barcelona Fashion. La clara competidora de la fashion week de Madrid crece cada vez más en visitantes y se renueva en espíritu. Tal como afirma este diseñador gallego, se trata de una apuesta por "las nuevas generaciones y otras marcas más consolidadas". Personalmente, se considera una persona que se deja llevar "por las emociones" y a la que nunca le robarán el sueño de triunfar en París.

-En sus colecciones colabora con artesanos gallegos, ¿lo hace por algún motivo especial?

-Me di cuenta de que se estaba perdiendo todo lo relacionado con la artesanía. Fue un reto para mí. En cada colección siempre quiero meter algo de artesanía. Es mucho más fácil encontrarse artesanos en Galicia. Cada colección tiene algo. Es algo que me gusta y no quiero que se olvide.

-Acaba de recibir un premio de la Diputación de Lugo por su trabajo, ¿qué supone este reconocimiento?

-Es bastante importante porque lo que intento es hacer cosas artesanales, aunque ojalá se pudiese hacer más. Significa reconocer lo que hago, luchar para que algo no se pierda. Además, el dinero del premio ayuda a que pueda contratar a más artesanos o que pueda invertir más en este tipo de prendas. También me gustaría sacar una línea de complementos mucho más artesanal.

-¿A qué tipo de mujer viste Manuel Bolaño?

-Es una mujer que intenta escapar de la uniformidad, que no quiere seguir las tendencias y tiene una vida social bastante activa. Es decir, a lo mejor tiene que estar por la mañana trabajando y por la tarde acudir a algún evento, pero no tiene tiempo para mudarse. Pues con que se cambie dos cosas ya puede ir arreglada.

-En el desfile de Barcelona de este año sorprendió a muchos en su puesta en escena, ¿en qué se inspira?

-La historia estaba inspirada en una fiesta de pijamas de niñas lobo, pero realmente está inspirada en mi hermana pequeña. La veo como alguien muy dulce, pero luego siempre tiene ese carácter muy duro, como que se transforma. Esta vez narro la historia de unas niñas que cuentan las horas para convertirse en algo que ellas no pueden controlar. Algo que nos pasa a todos: damos una imagen que a veces es controlada y otras no.

-¿Galicia necesita o debería tener una pasarela?

-España tendría que tener solo una. Si todo estuviera unificado, sería mucho más fácil para el público. En el resto del mundo, en cada país hay una. Veo que en España hay demasiadas. Entonces, si hay tantas, se tienen que diferenciar por algo. Antes, Cibeles era más de hombre y Barcelona más de mujer. A lo mejor, Galicia podría tener una pasarela dedicada a artesanos.

-¿Cuál es la situación de la moda en España?

-Están saliendo muchísimos jóvenes, pero ni hay sitio para tantos ni tantas ayudas. Cada vez hay más estudiantes de diseño, pero están cerrando muchas empresas. En este momento, hay muchas peticiones pero no hay quien pueda servirlas.

-¿Por dónde pasa la solución a estos problemas?

-(Suspira) Creer más en lo nuestro. Siempre que viene algo de fuera es mucho mejor que lo que tenemos aquí. Y no es así. Conozco diseñadores de Alemania y me dicen que compran tejidos en Cataluña. La gente se está marchando pensando que producir en Italia es mucho mejor. Por ejemplo, Louis Vuitton o Loewe producen aquí. Será por algo. Tenemos buenas fábricas y buena materia prima. Hay que apoyar y dar publicidad a estas empresas para que no cierren. Por otro lado, cada vez hay más recortes y la moda es lo último de lo último.

-¿Cree que ese mundo blogger

-No, es más, tendría que estar extinguido. De diez se salvan dos, pero porque realmente publican algo interesante, tanto de cine como de moda, nunca dando su opinión. Los que veo por ahí publican: 'Esto no me gusta, porque no me gusta el color'. Eso no es una crítica y que la gente se rija por esa opinión? Si a uno no le gusta el rosa, pues no compramos prendas de color rosa. Parecemos borregos. No están hablando del trabajo de la gente. Es intrusismo, no se pueden considerar periodistas. Lo veo en las semanas de la moda, hay gente que se enfada por no tener pase de prensa, pero es que no son prensa. Es algo que hay que mirar muy bien.