París descubre el lado más desconocido de la fue la primera dama de Estados Unidos en Ella se llamaba Jackie, una exposición que recorre la vida de Jacqueline Kennedy a través de 150 fotografías y que se podrá ver hasta el 23 de septiembre en la Galería Joseph.

Dirigida por el biógrafo de los Kennedy Frédéric Lecompte, alberga material inédito de Jackie, como por ejemplo instantáneas de paseos a caballo en su juventud. Cuando conoció a John F. Kennedy, en 1952, según su biógrafo, trabajaba como periodista en Washington, "conducía un descapotable y fumaba dos paquetes de cigarros al día". Su vestido de boda, que data de 1953, es la única copia del mundo.

Durante una visita a Francia en 1961, Jackie se apuntó uno de sus mayores logro: llevar a EEUU La Mona Lisa, para descontento de los franceses, gracias a su talante diplomático. Algunas cartas que se intercambiaba con el entonces ministro galo de Cultura, André Malraux, pueden verse en esta exposición. Las fotografías revelan cómo tras la muerte de Kennedy en 1963, su viuda se sumió en una profunda depresión y se apoyó en su cuñado Bobby, antes de conocer a su segundo marido, Aristóteles Onassis. La última etapa de su vida fue la más retirada. Jackie padecía cáncer y se refugió en Nueva York junto al discreto Maurice Tempelsman, un adinerado comerciante de diamantes belga. Esta muestra hace un recorrido por los aspectos más importantes de su vida.