El decano de la moda española en Nueva York, Custo Dalmau, presentó ayer una nueva colección titulada Slow que lucha contra el frenesí del diseño actual desde una propuesta barrida por mareas turquesas y de coral y, como siempre, un uso de la tecnología textil que marca la diferencia.

"Queremos ir contracorriente al fast-fashion, con piezas únicas que en el conjunto de la colección lanzan un mensaje de que somos creativos pero con mucha calidad", explicó a Efe el diseñador minutos antes del desfile.

"Ha sido un proceso muy lento, hemos invertido muchísimo tiempo en crear detalles y el retorno a la creatividad que es nuestro motor", añadió.

Custo Barcelona sigue jugando con sus señas de identidad, pero busca, a su vez, una reinvención de un estilo muy reconocible, pero que cada seis meses intenta asentarse en el terreno de lo imprevisible.

Después de haber viajado en las últimas colecciones por raíces étnicas más exóticas o, incluso, haber volado en busca de referencias galácticas, esta vez Custo parece que, a la vez que se pone más exhaustivo en sus costuras y más meditabundo en sus creaciones, decide quedarse en casa, donde el mar y la playa tienen un protagonismo esencial.