El Festival de Cine de San Sebastián vivió ayer su gran noche, como reza el título de la última comedia del realizador vasco Álex de la Iglesia. La película, que está fuera de concurso, revolucionó el certamen con la asistencia a su presentación de los guapos Hugo Silva y Mario Casas y el polifacético Raphael. El cantante, que vuelve a la gran pantalla después de cuatro décadas de ausencia, sorprendió a sus seguidores con una confesión: "a partir de ahora haré cine por lo menos una vez cada dos años".

El artista aseguró, además, que le encanta hacer de malo, como se pudo ver en el filme. En él, Raphael se mete en el papel de un trasunto del cantante al que la fama le lleva a límites insospechados. "Nos costó mucho que tuviese tiempo de rodar una película, pero al final lo conseguimos", explicó el director, quien detalló que es el largometraje que ha hecho "con más ganas de entretener y pasar un buen rato". "Es bastante payaso", apuntó.

El certamen contó ayer con la presencia del actor británico Tim Roth, que se suma al cine latinoamericano, después de años poniendo voz y cara a los filmes de Quentin Tarantino. Roth presentó en San Sebastián los dos títulos mexicanos que protagoniza este año: 600 millas, de Gabriel Ripstein, y Chronic, de Michel Franco.

"Hay una nueva ola de cineastas fascinante, es como volver al espíritu de la nouvelle vague francesa, esa ambición de contar historias diferentes y complejas. Me gusta formar parte de ello, simplemente estoy cabalgando la ola", manifestó el actor, famoso por sus filmes Reservoir Dogs y Funny Games.

Por otro lado, sin el fenómeno de Ocho apellidos vascos, la cuota de pantalla del cine español hasta mediados de septiembre cayó al 12%, frente al 23,6% del año pasado, según los datos anunciados por la confederación de productores audiovisuales.

Las películas Perdiendo el norte (1,6 millones de euros), Ahora o nunca (1,4 millones) y Atrapa la bandera (1,1 millones), encabezan la clasificación de las películas más taquilleras, aunque aún quedan estrenos pendientes que podrían elevar la cuota al 20% a final de año, según explican los productores.

"No queremos ser triunfalistas, pero creemos que algo está cambiando en el cine español y poco a poco los filmes encuentran su público", dijo el presidente, Ramón Colom.