Después de haber sorprendido con su talento cómico en Tres bodas de más, la actriz Inma Cuesta se va al otro extremo, la tragedia, en La novia, una adaptación lorquiana que se estrena mañana en la sección Zabaltegi del festival de San Sebastián.

"Me implico al 200 % en todos mis trabajos, pero en La novia me he abierto en canal; no hay un solo recoveco de mi cuerpo que no se haya entregado en esa película. Para mí fue algo salvaje y descontrolado, me di como un animal", aseguró en una entrevista con la agencia Efe.

Coproducción internacional, rodada en paisajes desérticos de Aragón y de Turquía bajo la dirección de Paula Ortiz, La novia es una versión libre de Bodas de sangre, con Asier Etxeandía y Álex García completando el fatal triángulo amoroso.

"Ella los quiere a los dos, pero uno es la pasión y la locura, y el otro es un compañero. Ahí está la dualidad y ese drama fatal que se desencadena. Yo la entendí muy bien desde el principio", asegura Inma Cuesta, admiradora de García Lorca desde la adolescencia.