El Palacio de Cibeles de Madrid acogió el martes la cena de nominados de la 30 edición de los premios Goya, donde se dieron cita casi todos los actores y directores que aspiran a algunos de los deseados premios, aunque también se notó alguna ausencia en esta velada previa a la noche de entrega de los galardones, que tendrá lugar el próximo 6 de febrero.

Javier Cámara, Natalia de Molina, Inma Cuesta, Asier Etxeandia, Cesc Gay, Isabel Coixet o Irene Escolar, entre muchos otros, acapararon la atención de las cámaras y periodistas que se congregaron en la alfombra roja de la cena, aunque se echó en falta a rostros como los de Penélope Cruz, Ricardo Darín, Luis Tosar, Tim Robbins o Juliette Binoche que, no obstante, sí acudirán a la entrega de premios.

El equipo de La novia, la que acapara el mayor número de nominaciones (12), posó al completo, muy coordinados con los colores, negro, blanco y por encima de todo el rojo "corporativo" de Bodas de sangre, el texto de Lorca en que se basa la película. "El premio que más me ilusionaría es el de mejor película porque nos reúne a todos", señaló su directora, Paula Ortiz, "pero me gusta mucho Truman, es una película sólida y honesta y no me importaría perder por ella".

Daniel Guzmán, que también compite en la categoría de mejor película con su ópera prima A cambio de nada, disfrutó paseando por la alfombra roja con su abuela de 93 años, Antonia Guzmán, nominada nada menos que a actriz revelación.

Por su parte, Natalia de Molina, protagonista de Techo y comida, se mostró muy contenta por llegar por tercera vez a la candidatura de mejor actriz.