Penélope Cruz está a punto de terminar de montar su primer documental, Soy uno entre cien mil, en el que, "sin forzar nada y sin artificio", como directora abre los ojos al mundo sobre el drama del cáncer infantil y pide el esfuerzo de todos para investigar más. "No lo digo yo, lo dicen los investigadores y médicos que salen en el documental: muere un niño al día en nuestro país (...), hay poquísima investigación, y los esfuerzos más grandes se derivan siempre al mundo adulto porque es más rentable para las farmacéuticas y por motivos que todos sabemos. Pero es así".

Con estas palabras respondía ayer la actriz a los periodistas reunidos en el salón de actos de la Academia del Cine en Madrid, lleno a rebosar, donde se mostró una parte del trabajo terminado de este documental.

La ganadora de un Óscar, que declinó comentar el veto negro a la gala de entrega de esos premios de Hollywood este año - "va a ser un follón, conteste lo que conteste", dijo-, sí que se mostró sorprendida por las declaraciones del también actor Will Smith a Europa Press en las que señalaba que le gustaría trabajar con ella y que de hecho, le había enviado un proyecto hacía "un mes". "¿Y a dónde me lo habrá enviado? Me encantaría trabajar con él", señaló.