Ricky Martin, el artista puertorriqueño más internacional, descubrió ayer su estrella en el recién creado Paseo de la Fama de Puerto Rico, y quiso dedicársela a quienes trabajan a diario en labores comunitarias y sociales en la isla caribeña, que atraviesa una profunda crisis. "Esto va dedicado a los cientos de hombres y mujeres de labor comunitaria, que su misión es trabajar con niños y niñas, y por los puertorriqueños que necesitan que se les digan que son importantes", expresó el cantante. Luciendo una chaqueta y un pantalón largo color crema, calzado deportivo y gafas doradas, el astro boricua admitió: "Yo no he hecho nada", en comparación con los obreros sociales, a quienes calificó como "héroes".