El desembarco de políticos en la gala de los premios Goya fue de lo más comentado en la alfombra roja, con permiso del peinado dispara(ta)do de Victoria Abril, el sombrero digno de El Zorro de Óscar Jaenada, algunos escotazos de vértigo y muy señor mío y el paseo triunfal de Mario Vargas Llosa con Isabel Preysler. Y no solo por su presencia en lo que parecía una mesa de negociación con glamour, sino por sus estilismos.

A la cabeza, el diputado por Podemos y consumado estratega del marketing Pablo Iglesias, quien abandonó por una noche su atuendo informal para enfundarse un esmoquin convencional con una no menos convencional pajarita. El fustigador impenitente de la casta política que acude sin traje y sin corbata a las sesiones del Parlamento y a otros actos oficiales, como sus audiencias con Felipe VI, no dudó en desfilar con un look de lo más formal, equiparable al que lucían dos de sus rivales, Albert Rivera, de Ciudadanos; y el ministro de Cultura en funciones, Íñigo Méndez de Vigo. Por contra, el líder socialista Pedro Sánchez optó por un traje sin corbata, no como Alberto Garzón, de IU, que sí la llevaba aunque un tanto torcida.

Lo cierto es que esa insólita imagen de Iglesias con esmoquin y pajarita no sólo levantó revuelo en los curiosos y periodistas presentes en el desfile de la alfombra roja. Las redes sociales pronto empezaron a echar chispas con chistes (Tengo chopitos, bravas, croquetas...), comentarios a favor y en contra y memes en los que se parodiaba el cambio de look radical de Iglesias, así como las fotos con Sánchez en las que aparecen con gestos cómplices. Iglesias, que se puso al sentarse un lazo naranja como apoyo a los trabajadores de TVE, no dejó pasar la oportunidad de soltar un dardo al hombre con el que debe negociar: "Me ha parecido un gesto bonito hacia el cine que cuando unos políticos se quitan la corbata, nosotros, que nunca la hemos llevado, nos pongamos el esmoquin". Quien sueña con tener funciones de vicepresidente del Gobierno le echó la "culpa" de la elección final al presidente de la Academia de Cine, Antonio Resines: "Me amenazó y me acojoné. Yo creo que un gesto hacia el cine español y hacia la cultura puede tener su encanto. Algunos tenemos que ponernos el esmoquin, aunque sea solo esta vez". Veremos...