El presidente de EEUU, Barack Obama, lamentó ayer la muerte de Nancy Reagan, que "redefinió el papel de primera dama" en el país y se convirtió, al final de su vida, en "una voz para las millones de familias" afectadas por la devastadora enfermedad de alzhéimer.

En un comunicado, Obama y su esposa, Michelle, ofrecieron sus condolencias a la familia de Reagan, fallecida ayer a los 94 años debido a un fallo cardíaco en su residencia de Los Ángeles (California). "Nancy Reagan escribió una vez que nada podía prepararte para vivir en la Casa Blanca. Por supuesto, tenía razón. Pero nosotros tuvimos ventaja, porque fuimos afortunados de beneficiarnos de su orgulloso ejemplo y sus cálidos y generosos consejos", afirmaron el mandatario y la primera dama.

Durante su "largo adiós" al expresidente republicano Reagan, fallecido en 2004, "se convirtió en una voz que hablaba por las millones de familias que sufren los efectos de la devastadora y dolorosa realidad del alzhéimer", afirmaron los Obama. A partir de entonces, adoptó un nuevo papel, como activista a favor de los tratamientos que tienen potencial.