El mundo de la canción perdió el 25 de marzo del año 2006 a la artista Rocío Dúrcal, que falleció en Madrid a los 61 años debido a un cáncer que padecía desde hace tiempo y al que no pudo vencer. Mañana se cumplirá el décimo aniversario de su ausencia.

Rocío Dúrcal, nombre artístico de María de los Ángeles de las Heras Ortiz, nació en Madrid el 4 de octubre de 1944. En su trayectoria profesional, que abarcó más de cuatro décadas, fue capaz de interpretar cualquier estilo musical, desde el flamenco hasta la ranchera, pasando por las baladas y la música romántica.

Siendo todavía una niña, con sólo diez años, Rocío decidió probar suerte en un popular programa de radio: Conozca a sus vecinos. En dicha emisión, la pequeña María de los Ángeles sorprendió al público presente por la belleza, la frescura y la potencia de su voz. Más tarde, a los 17 años fue descubierta por el cazatalentos Luis Sanz en Primer aplauso, un concurso para cantantes noveles. Inmediatamente inició su carrera cinematográfica con la película Canción de juventud (1962), dirigida por Luis Lucía, que tres años antes había sido el responsable del lanzamiento de Marisol y lo sería, posteriormente, del de Ana Belén.

Grabó su primer disco con las canciones de esta película y con las de la siguiente, Rocío de la Mancha. La niña María de los Ángeles de las Heras ya era una artista conocida en los programas de radio y lo sería en una balbuceante televisión.

Antes, esta madrileña de Cuatro Caminos de familia humilde y con cinco hermanos había estudiado canto y música con Lola de Aragón, cante y baile flamenco con Jarrito, danza con Alberto Lorca e interpretación. Todo estaba preparado para que, bajo el nombre artístico de Rocío Dúrcal -tomado de un pueblo granadino- continuaran los éxitos con otros filmes: La chica del trébol, Tengo 17 años o Acompáñame.

En su extensa carrera, Rocío Dúrcal grabó canciones de Adolfo Waitzman, Antón García Abril, Los Brincos, Petula Clark, Enrique Guzmán, Palito Ortega, Rafael de León, Fernando Arbex, José Alfredo Jiménez, Juan Carlos Calderón, Rafael Pérez Botija y Roberto Livi, entre muchos otros de lo más granado del panorama latino. El teatro tampoco fue ajeno a la artista, con cuatro obras en su palmarés.

Desde muy joven, Dúrcal ocupó un importante lugar en la escena española y latinoamericana. A los 17 años realizó su primer viaje a México, conoció lo que era un recibimiento apoteósico y adoptó este país como su segunda patria.

En 1977, publicó su primer disco con canciones de Juan Gabriel. Era el comienzo de una fructífera y duradera colaboración (ha grabado más de 30 canciones del compositor mexicano) que marcó una época en la carrera de Rocío Dúrcal y consolidó definitivamente su carrera en los países latinoamericanos, especialmente en México que siempre la consideró como su embajadora. Desde entonces, la carrera internacional de Rocío Dúrcal no hizo sino crecer.

Dúrcal sólo detuvo su fulgurante ascenso por el mundo musical al casarse con otro artista, Júnior, en 1970, con el que tuvo tres hijos: Carmen, Antonio y Sheila, ésta última también dedicada a la canción. Pero como la vida de un verdadero artista transcurre sobre los escenarios, Rocío decidió retomar su carrera a los pocos meses de su boda.

Durante cuatro décadas, esta artista de mirada cálida y voz arrolladora, permaneció en todas las listas de éxitos de América Latina y Europa, siendo la tercera estrella hispana incluida en el Salón de la Fama de la Revista Billboard y acumulando cientos de premios y reconocimientos por su carrera.

Uno de los últimos galardones que recibió fue el Premio Latino a Toda Una Vida de la Academia de la Música. Poco antes de obtener este premio, la artista declaraba que, a pesar de sus incursiones en el cine, su pasión siempre había sido la música, donde se especializó en la interpretación de rancheras.