El mundo de la cultura y varios centenares de seguidores quisieron despedirse ayer de Manolo Tena, fallecido el lunes a los 64 años, y acudieron a la capilla ardiente instalada en la sede madrileña de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). Después de que los hermanos del músico fallecido, Rafa y Clemencia, comparecieran ante los medios para dar las gracias, también a la SGAE y "a España entera", la capilla abrió alrededor del mediodía, y junto al féretro reposaba la guitarra de Tena y distintas coronas de flores, entre ellas la del grupo Burning y la de Pasión Vega.

"Hoy no es el día de la guerra, hoy es el día del dolor", señaló su hermano Rafa, visiblemente emocionado, zanjando al menos durante ayer "la batalla" que se avecina por los royalties del músico en torno a su disco de mayor éxito, Sangre española (1992). "Marilyn Monroe ya no estará sola", señaló al concluir su intervención, en alusión a una de las canciones de su hermano, que fue interpretada durante el velatorio por su primera formación, Cucharada.

También los Reyes quisieron unirse a las numerosas muestras de afecto llegadas hasta aquí con una corona de flores y una carta dirigida a la madre del artista. Por su parte, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se declaró seguidor de la música de Tena y calificó su muerte como "una gran pérdida para la música española, especialmente para una generación como la mía, que crecimos y disfrutamos mucho escuchándole".

Joaquín Sabina, Javier Gurruchaga, el gallego Teo Cardalda, Massiel, Soledad Giménez, Isabel Gemio, Miguel Ríos o Micky, entre los famosos que ayer dieron su último adiós a Tena.