La actriz Lucía Bosé, madre del cantante Miguel Bosé y representante del neorrealismo italiano, fue homenajeada ayer en el Festival Internacional de Cine de Panamá. "El arte del cine es un oficio maravilloso, pero hay que aprender a hacerlo muy bien", declaró la artista, de 85 años, en el Teatro Balboa, el escenario al que acudieron cineastas y estrellas de la industria cinematográfica internacional para acompañarla en este acto.

La protagonista de cintas como Satiricón (1969) de Federico Fellini, aseguró que una actriz no solo debe ser bella, sino que debe poner un "esfuerzo para superar la belleza, porque no se puede ser siempre guapa ... Yo fui guapa pero ya no soy guapa". Sobre el homenaje aseveró estar "encantada" por recibir un "premio en Panamá", país al que vino por primera vez con el torero Luis Miguel Dominguín, quien fuera su esposo, y embarazada de su hijo Miguel Bosé.

El cantante, que vive en Panamá, acompañó a su madre en el evento y recalcó que este era "el primer homenaje que le hacen" a su madre porque ella "nunca", hasta ahora, había aceptado ser objeto de uno. La protagonista de Crónica de una muerte anunciada (1987) de Francesco Rossi, y Muerte de un ciclista (1955) de Juan Antonio Bardem, recibió el reconocimiento de los organizadores del Festival y la ovación del publico que fue a verle. La actriz, con una carrera en la actuación de más de seis décadas, recibió las Llaves de la Ciudad por parte de la Alcaldía de Panamá.