El actor Eduardo Noriega descubrió ayer su estrella de la fama en el emblemático barrio de Tetuán en Santander, en un acto en el que además de subrayar el agradecimiento que le supone ser "profeta" en su tierra, afirmó que mantiene la "ilusión intacta" por seguir creciendo como persona y como actor.

"Un actor no termina de hacerse nunca", destacó Noriega ante cientos de vecinos de Santander que se acercaron a ver cómo el actor descubría su estrella de la fama, como ya hicieron antes que él, el cantante David Bustamante, el ilustrador José Ramón Sánchez, el exjugador de fútbol Paco Gento, y la saltadora de altura Ruth Beitia.

Eduardo Noriega, cuyo nombre destaca desde ayer en una estrella de color rojo con su nombre grabado en una placa de acero sobre fondo negro, hizo hincapié en que en la actualidad tiene la misma ilusión que cuando comenzó su carrera con películas como Historia del Kronen o Tesis, de Alejandro Amenábar. Además de opinar que esa ilusión es necesaria para un trabajo de actor que es "muy emocional", Noriega también subrayó que lo es para poder superar la dificultad que supone que el proyecto de una película acabe con éxito.