Refugiados procedentes de Siria, Afganistán y Nigeria, cantantes líricos de primera línea y la orquesta española "Band Art" han trabajado en una nueva versión de la ópera Idomeneo, de Mozart, para convertirla en el "paradigma integrador" que se estrena hoy en el festival alemán de Ludwisburg.

De Idomeni a Idomeneo: del mayor campo de refugiados a una gran ópera de Mozart es el título de esta adaptación de la obra del gran compositor austriaco que uno de los componentes de Band Art, el violinista tinerfeño David Ballesteros, define como un "laboratorio en evolución constante".

Ballesteros, que también es violinista de la Orquesta Sinfónica de Londres, reconoce que no han sabido el "resultado final" hasta el ensayo general: los refugiados que forman el coro "se han integrado como han querido y han tenido tiempo, tanto en la escenografía como en la inclusión de sus propias historias en la ópera", reconoce el músico.

El título de esta versión de la obra de Mozart se debe a la similitud entre su nombre, Idomeneo, y el de la localidad griega de Idomeni, cercana a la frontera con Macedonia y actual foco del drama migratorio, con 20.000 refugiados viviendo actualmente en condiciones extremas. Los refugiados se interpretan "a sí mismos" y aportan "episodios dramáticos", pero también otros "donde florecen valores humanos", al montaje de la ópera de Mozart que, pese a haberse estrenado en 1781, evoca emociones "atemporales" y contiene situaciones que "plasman muy bien lo que se vive cada día". La trama, en la que finalmente triunfan "la paz y la comprensión", cuenta la historia del rey cretense Idomeneo, cuyo barco estuvo a punto de hundirse durante el regreso a su país tras la guerra de Troya. "Idomeneo refleja las vicisitudes naturales de un naufragio dentro de la humanidad", asevera Ballesteros, que destaca el "buen ambiente" de todo el elenco durante los ensayos: "Estamos colaborando todos como una familia".

Trabajar con el particular coro de De Idomeni a Idomeneo no ha sido "en absoluto difícil" ni para los miembros de Band Art ni para los cantantes profesionales, como el tenor alemán Maximilian Schmitt, que encarna al protagonista de la ópera. "Schmitt está encantado y tanto él como el resto de cantantes están sorprendidísimos por el grado de emoción porque no hay director en la orquesta", cuenta el español.