La muerte ayer del torero Víctor Barrio en la plaza de toros de Teruel ha provocado una gran conmoción en el mundo del toro. Sus compañeros no han cesado de enviar mensajes apoyo a la familia, y también los Reyes y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, han mandado sus condolencias.

El episodio trágico protagonizado ayer por Víctor Barrio (1987-2016) ha rememorado épocas que se creían ya en el olvido, pues hacía 24 años, desde 1992, que un torero no moría en una plaza de toros, desde los fallecimientos de los banderilleros Manolo Montoliú (1 de mayo) y Ramón Soto Vargas (13 de septiembre de aquel desgraciado año). Aún hay que echar la vista para atrás, hasta 1985, para encontrar al primer matador de toros que se dejó la vida en un ruedo: José Cubero, Yiyo, herido de muerte en Colmenar Viejo (Madrid) un año después del deceso del también matador Francisco Rivera, Paquirri, en la fatídica tarde de Pozoblanco (Córdoba).

Y es que el joven Barrio se ha convertido, desgraciadamente, en el primer torero en morir en una plaza española en lo que va de siglo XXI.

La consternación por la muerte del joven espada de Grajera (Segovia) ha sido tremenda. Compañeros y amigos utilizaron las redes sociales para mostrar su pesar y enviar mensajes de fuerza a la familia y más allegados.

Toreros como Enrique Ponce, Sebastián Castella, David Mora, Paco Ureña, Rafaelillo, Juan Mora, Pérez Mota, Joselito Adame y Joselillo, entre otros muchos, se han sumado al dolor por la pérdida de un compañero.

Pero la repercusión ha ido más allá de los ruedos. Los Reyes mandaron un telegrama de pésame a la viuda, Raquel Sanz, portavoz del PP en Sepúlveda (Segovia) y que mostró su agradecimiento en las redes sociales, en las que ha asegurado que a ella también se le ha ido su vida.

El presidente del gobierno en funciones, Mariano Rajoy, también mandó sus condolencias, así como el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo; el Gobierno de Castilla y León; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y su homólogo en Aragón, Javier Lambán.

También el Gobierno de Castilla y León y la Diputación de Teruel, a través de sendos comunicados, han compartido el dolor de familiares, amigos, profesionales y aficionados por el trágico fallecimiento de Víctor Barrio, en cuya localidad de residencia, Sepúlveda (Segovia), se instaló ayer por la tarde la capilla ardiente.

La repercusión de la muerte del joven torero se debe también a que fue transmitida en directo por las cámaras de las cadenas autonómicas de Telemadrid y Castilla-La Mancha Televisión, que estaban dando en directo la corrida de Teruel.