Los toros de la ganadería madrileña de Victoriano del Río protagonizaron ayer un sexto encierro de Sanfermines rapidísimo, noble y limpio, que no dejó ningún herido por asta.

Victoriano del Río, una ganadería habitualmente veloz hizo honor a esa tradición y cubrió el recorrido del encierro en 2 minutos y 11 segundos, dejando una hermosa carrera especialmente en la calle en Estafeta, con una manada muy estirada y sin cabestros, que se habían quedado rezagados, permitiendo bonitas carreras a los mozos, especialmente al final de la calle, cuando los astados bajaron con un ritmo fuerte.

La penúltima carrera de los Sanfermines dio paso al Día de las Personas Mayores, en el que el programa oficial incluyó un espacio especial con una misa en la Capilla de San Fermín y una recepción de homenaje en el Ayuntamiento a los centenarios que han llegado a esa edad durante el año vigente.

La emoción que presidió ambos actos, al igual que la visita de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos en la residencia geriátrica de la Casa de Misericordia, se transformó en alegría con las actividades musicales organizadas expresamente para este día, entre ellas el concierto de Los Diablos.