Era la pareja más esperada de la 73ª edición del Festival de Venecia y no defraudó. Michael Fassbender y Alicia Vikander derrocharon belleza, glamour y sonrisas cómplices en su primera aparición pública en un acto oficial desde que comenzaron su relación. Más informales por la mañana en la rueda de prensa -ella con un vestido camisero en blanco, azul y marrón, pero con escotazo, y él con vaqueros y americana oscura- y sofisticados en la alfombra roja, donde Vikander fue la reina.

Deslumbró con un vestido de inspiración flamenca con pronunciadísimo escote en V que combinaba estampado floral y lentejuelas, con el pelo recogido en un moño alto, mientras Fassbender llevaba un traje gris oscuro. Llegaron juntos, abrazados por la cintura y repartieron sonrisas para presentar La luz entre los océanos, en cuyo rodaje se conocieron y donde comenzó su relación. La película fue recibida con tímidas palmas y algunos abucheos.

Antes de entrar al estreno de gala, tanto Fassbender como Vikander no dudaron en acercarse a los fans que les esperaban para firmar autógrafos y hacerse selfies, eso sí, por separado. En la rueda de prensa ya se habían mostrado encantados e intercambiaron sonrisas cómplices, como cuando una periodista pidió el micrófono para hacer una pregunta a Fassbender y le dijo: "En realidad solo quiero que me mire a los ojos".

Bromas y sonrisas incómodas

El actor irlandés estalló en carcajadas mientras Vikander sonreía un poco incómoda. Fassbender dominaba con más soltura la comparecencia pública y no dudaba en bromear.

"Estaba aterrado por Alicia, estaba tan hambrienta de cine como todos los actores jóvenes a los que dan una gran oportunidad", dijo sobre la entrada de la actriz en el proyecto. El actor continuó en tono de broma al ser preguntado si su papel era el primero de un personaje familiar que interpretaba. Tras dudar dijo: "Magneto era también un hombre de familia", en referencia al personaje de la saga X-Men.

Vikander se mostró un poco más tímida y solo se explayó un poco más al reconocer que su herencia escandinava está presente en ella y, por tanto, en su trabajo. "Descubres más de tu herencia cultural cuando sales fuera. Crecí en un país con grandes directores de cine pero un país muy pequeño y la oportunidad de ir fuera, viajar, es también de aprender en cada cultura las diferentes formas de contar historias ya sea en literatura, música o cine", explicó. También habló de la maternidad en relación al papel de madre en La luz entre los océanos. "No tengo hijos aún, pero puedo sentir la profundidad de los sentimientos" de una madre por sus hijos, dijo la actriz de 27 años antes de añadir: "Siempre me he imaginado teniendo una familia en el futuro", destacó.

Mientras que Fassbender continuó: "Si quieres ser padre, debes preguntarte qué puedes ofrecer a tu hijo y no qué te puede ofrecer un hijo a ti". Era la primera aparición pública en un evento de la talla de Venecia después de que ni siquiera acudieran juntos a los Premios Oscar de este año, donde apenas se les pudo fotografiar después de que ella ganara la estatuilla a mejor actriz secundaria su papel en La chica danesa.

Wenders no convence

Wim Wenders viaja de París a Aranjuez a través del diálogo de una pareja en Les beaux jours d'Aranjuez, una película intimista y compleja que ha recibido una fría acogida. Basada en una obra del austríaco Peter Handke, Wenders cambia el alemán por el francés -"los diálogos sonaban más ligeros"- y sitúa la acción en la maravillosa casa y jardín de Sarah Bernhardt a las afueras de París para contar una historia "llena de cuestiones eternas".

Amy Adams lleva cinco nominaciones a los premios de la Academia de Hollywood y con Arrival llegará seguramente la sexta porque su interpretación es lo mejor de esta historia de incomunicación y alienígenas dirigida por el canadiense Denis Villeneuve, que compite por el León de Oro.